
¿Hay crisis en el sector minorista de combustibles en Colombia? -Editorial FECEC
El sector de la distribución minoristas de combustibles en Colombia se enfrenta en estos momentos a un horizonte oscuro, con apariencia de vendaval que esperamos no se traduzca en una crisis en el sector.
Mes a mes nuestro sector se ve enfrentado a una reducción en las ventas de combustibles por factores no solo de política pública y ambientales, que se traducen en cambios tecnológicos en los vehículos enfocados en reducir y/o sustituir el uso de combustibles derivados del petróleo, sino también acciones del gobierno nacional enfocadas en factores políticos y económicos que directa o indirectamente golpean a los empresarios que se dedican a la distribución minorista de combustibles.
En lo que va corrido del año diversas noticias políticas y económicas emanadas del gobierno central han copado los titulares de los principales medios de comunicación nacional, y hoy, a junio 16, hacen que lo que antes se veían como nubes negras a la distancia, hoy se posen sobre nuestro sector y amenacen con desatar una crisis económica en el mismo.
Nuestro sector hoy tiene que enfrentar una nueva normativa del gobierno que en busca de obtener más recaudo fiscal, aumenta los porcentajes de retención, y adelanta el pago de la Retefuente 2026 en cuantía significativa, lo que se traduce en un duro golpe para el bolsillo de los operadores de EDS.
Pero si ello no fuera suficiente para opacar el horizonte, iniciando el fin de semana que acaba de pasar, desde el gobierno nacional soltaron dos noticias que cayeron como un adelanto del chaparrón que se nos viene encima como sector operador de estaciones de servicio; de una parte el incremento en el valor del diésel a paridad internacional a cerca del 28% del parque automotor que consume este combustible, noticia esta que sin duda se traducirá en una mengua en las ventas del producto y por lo mismo en los ingresos de las EDS, de otra parte el posible incremento en forma significativa al impuesto al carbono, el cual llevará al incremento del precio tanto de la gasolina como del diésel, productos ambos grabados con este impuesto y que harán más costosos estos productos, que ya de por si son costosos y pesan considerablemente dentro de las economías familiares, y como si ello no fuera suficiente, también se sumará a los nubarrones que amenazan una crisis en nuestro sector, las noticias sobre una nueva reforma tributaria a iniciar su trámite en la segunda legislatura de este año y la reforma laboral que está finalizando su trámite en el congreso y que sin lugar a dudas mejorará las condiciones laborales de los trabajadores, pero dificultará las economías de las empresas colombianas, en especial de las familiares como son las miles de empresas familiares distribuidoras de combustibles, que tendrán que enfrentar una mayor carga laboral con una inminente reducción en las ventas.
¿Aguantará nuestro sector esta tormenta perfecta que anuncia formarse?
Dirección Ejecutiva, Agremiación FECEC