
El combustible ilegal, un flagelo que afecta a todo un sector
En Colombia los expendios legales de combustible, estaciones de servicio, enfrentan retos comerciales de variada índole, los legales y de mercado, que son inherentes a cualquier negocio, y los ilegales, en este caso la venta de combustible hurtado de los poliductos y el contrabando simple y el técnico, ilícitos que se incentivan por un alto precio de los combustibles en el país y el hecho de ser los combustibles productos de consumo necesario para nuestra cotidianidad.
El caso del contrabando simple afecta de manera directa a las EDS ubicadas en zonas de frontera, donde existe un diferencial de precio en contra frente al producto del país vecino, bien sea porque es mayormente subsidiado o de mucha menor calidad en dicho país, lo que hace que tenga un gran atractivo para las economías ilegales vender los combustibles de esos paises en las zonas de frontera colombiana por el diferencial de precios y las utilidades exponenciales que esto deja.
La amplia frontera con Venezuela es el vivo ejemplo de ello, donde aún hoy se ven pasos ilegales por donde se ingresan productos del vecino país a Colombia, incluidos los combustibles.
En este sentido, las EDS de departamentos como Guajíra, Norte de Santander, Santander, Sur del Cesar, Arauca y Vichada se ven gravemente afectadas, pero también las del Putumayo y Nariño con el contrabando desde el Ecuador.
Este fenómeno afecta las arcas municipales y departamentales al no haber recaudo de tributos sobre ese combustible de contrabando vendido, afecta la durabilidad de los motores y la calidad del aire al ser producto de menor calidad frente a los combustibles colombianos.
Existe otro fenómeno que es el contrabando técnico, que consiste en sustraer combustible colombiano destinado para ser vendido en zonas de frontera con los beneficios de ley de fronteras, para venderlo al interior del país a menor precio, normalmente en regiones circundantes a las zonas de frontera pero que no tienen ese beneficio especial.
Esta práctica realizada por algunos actores inescrupulosos pone en vilo la subsistencia de expendedores legales de combustibles, al vender los productos a menor precio, de forma tal que el comerciante legal no los puede igualar, incurriendo en prácticas predatorias.
Finalmente tenemos una tercera práctica ilegal desplegada por algunos actores, que es la venta de combustibles hurtados a la red de poliductos de la nación, esta práctica se desarrolla principalmente al interior del país, en zonas circundantes a la red de poliductos, llegando a ciudades como Bogotá, Medellín o Bucaramanga, la cual se desarrolla principalmente en expendios ilegales no aptos para la venta de combustibles como parqueaderos de buses y camiones, y en algunos casos en EDS de operadores que se prestan para este tipo de ilícitos, afectando gravemente tanto a sus competidores legales al vender el combustible a precios muy inferiores, como a la comunidad en general por cuanto no se produce el recaudo de tributos que se cargan al combustible que se vende legalmente. Esta práctica al afectar a los expendios legales afecta también la generación y la estabilifad en el empleo de los trabajadores de esos comercios legales que enfrentan esa competencia ilegal.
¿Qué se puede hacer?
1. Es importante identificar y denunciar este tipo de prácticas ilegales ante la Policía Nacional o ante la Fiscalía General de la Nación,
2. No COMPRAR combustible en sitios no autorizados, de dudosa procedencia o que se vean claramente contaminados.
3. COMPRAR siempre el combustible en Estaciones de Servicio, legalmente habilitadas para prestar este servicio.